Los diarios normalmente son secretos, pero el mio no es un diario normal. Es todo vuestro.

viernes, 12 de marzo de 2010

Pomelos con azúcar.




Eran las 17:30 de una tarde de domingo, y me apetecía un pomelo. Pero no un pomelo cualquiera, no no, yo quería mi pomelo con azúcar de siempre.
Ya se que eran las 17:30 y que hasta las 18:00 no toca la merienda, pero me apetecía e iba a comérmelo.
Nunca meriendo antes de las 6 pero aquel día tenía ganas y por media hora antes no pasaría nada, ¿o si?.
Cogí mi pomelo, espolvoreé dulcemente el azúcar por encima y volví a mi habitación. ¡Plof! Caí en la cama con la cabeza colgando por un lado y los pies por otro, y así me quedé. Llevaba esas mayas de leopardo que tanto me gustan y un jersey enorme color gris que me hizo mi abu, estaba cómoda y sólo tenía que preocuparme de que el azúcar del pomelo no cayese al suelo.
¡Ñam! El primer mordisco es el mejor...ese sabor dulce y amargo al mismo tiempo que recorre toda tu boca y luego llega hasta el estómago. ¡Era genial!.

Y cuándo ya creía que esa, iba a ser mi tarde perfecta...¡Ding dong! Me asomé al balcón haber quien había interrumpido mi maravillosa tardé y me quedé con la boca de par en par: ¿qué narices hacía él ahí?


2 comentarios:

  1. Soy nuevo, y aún nose como va todo esto de mandar mensajes ni nada, asique; no me importa que me siguas en mi Blog, al contrario, muchísimas gracias de corazón. Me gusta saber que alguna persona en todo el mundo, aunque solamente sea una, lea lo que escribo día a día. Sinceramente, gracias.
    Por cierto, los jerseys enormes en una mujer, es una de las tentaciones en la habitación veintisiete.
    Gracias, un cordial saludo.
    (:

    ResponderEliminar
  2. UN comienzo impresionante, a ver si me pongo al día con tu blog^^

    ResponderEliminar