Los diarios normalmente son secretos, pero el mio no es un diario normal. Es todo vuestro.

sábado, 13 de marzo de 2010

Él


Él era el chico de la sonrisa bonita, el chico de los ojos verdes, ¡uff! la de veces que me había perdido yo en esos ojitos verdes. Era el chico que estaba en mis sueños y en mis pesadillas, siempre se encontraba perdido en mi cabeza.
Se llama Sergio y es el mejor amigo de mi vecino Chema. Le conocí cuándo me mudé, sí, yo me mudé desde París hasta un pueblecito de Asturias, pero esa es otra historia...
Al principio me caía fatal, mi amiga María siempre decía que era un creído, que nunca se quitaba las gafas de sol y que tenía a toda chica que quería. Pero mi amiga María se equivocaba, porque un día, se quitó las gafas de sol, y ese día me enamoré de él.
Ese día fue el 22 de Junio de 2009.
Nos dieron las vacaciones del instituto y Chema nos invitó a su casa, porque él pertenece a una familia adinerada y su casa tenía una piscina gigante, pista de tenis y de baloncesto, sala de juegos, bolera, en fin, todo con lo que puede soñar un chico de su edad.
Estaba junto a la piscina hablando con unas amigas de cómo había ido el curso cuándo Chema y unos amigos suyos, incluido Sergio, se nos acercaron y nos empujaron a la piscina, aún no se porqué, supongo que para hacer la gracia. Mis amigas se empezaron a reír junto con los chicos, pero a mi me sentó fatal, me salí de la piscina sin decir ni una palabra y mirando mal a todo el mundo, cogí mis cosas y me largué de la fiesta.
No tardaron ni 3 segundos en llamar al timbre de mi casa, abrí la puerta con la intención de mandarlos a todos a la mierda de un grito pero vi que sólo estaba Sergio, me dijo que si podía pasar y mi ¡NO! se escuchó por toda la casa, entonces se quitó las gafas de sol, y me enamoré de él.


Así fue como conocí a Sergio, le odié, me calló fatal y me enamoré de él en tan sólo 2O minutos. Y ahora estaba en la puerta de mi casa con una cesta en la mano.
-¿Qué haces aquí Sergio?- dije extrañada.
Comenzó a reír.
-¿De que te ríes ahora?- ahora puse esa cara de enfado que sólo yo se poner.
-No no, no te enfades, es que nunca te había visto con el pelo recogido
-Pues para reírte, te vas.
-No pienso irme-se quitó las gafas de sol-¿me abres?
-¿Para qué? Chema vive en la casa de al lado, no se si lo recordarás- respondí con tono de burla.
Se puso las gafas de sol, se dio la vuelta y comenzó a andar hacía la casa de Chema.
-Espera, ya bajo.


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