
A estas alturas, tiro el romanticismo por el retrete. Porque bueno, ¿ya te he dicho "te quiero" muchas veces, no? y tu me has dicho demasiados piropos ya. Ya sé lo mucho que te gusta mi sonrisa, y tu sabes el motivo por el que cada día me pierdo en tus ojos. Colecciono todas tus cosquillas en una caja de zapatos bajo la cama. Y tu me has dicho que guardas cada uno de mis besos en un tarro.
Así que, adiós al romanticismo. Y a aprovechar el verano, que nos falta poco. Date prisa, bésame. Corre, desnúdame. Venga, ven aquí. No pares. Te quiero. Un par de cubatas y a seguir. No espera, un chupito más. Continúa. Rómpeme la espina dorsal. Dime lo mucho que me quieres. Bésame más. No no, espera. ¿Un cubata más? Venga sí. ¡Eh! No te rías tanto. Bueno si, ríete, que me encanta tu sonrisa. Váyamonos de aquí. La música retumba en mis oídos, y yo solo quiero oír tu respiración. Me encantan tus sábanas. Me encantan tus manos. Me encantan tus labios. Me encantas tu. Sonríeme una vez más. Y después vuelve a decirme que me quieres. Yo también te quiero. No te vayas nunca, no me sueltes, no me dejes, no pares. Respiración entrecortada. Bésame de nuevo. Espera, algo se interpone entre nosotros. Ya está, fuera tu camiseta, fuera la mía. Así mejor. Oh, te quiero. Si, si, pero no te rías. Creo que voy borracha. ¡No espera! ¡Vas borracho!. Prómeteme que mañana te acordarás de esto. Te quiero.
-¿Desayunamos?
-Claro.
-¿Qué quieres para desayunar?
-Un poco de ti.
-¿No decías que no te gustaban los matemáticos?
-Me encantan los matemáticos.
-Eres una mentirosa.
-Compulsiva, no puedo hacer nada al respecto.
-Si, si que puedes.
-¿Qué hago?
-Quiéreme.
-Espera.
-¿Espero?
-Si, si, espera un poco.
-Vale espero.
-Ya
-¿Ya?
-Te quiero.
-Roquiete.
Riéte. Bésame. Quiéreme. Y date prisa de nuevo. El verano se nos va. No, no, espera, cosquillas no. Me duele la cara, de tanto reírme. Me duele el corazón, de tanto quererte. ¿Quién dijo que no me gustasen los matemáticos? Ah ya, fui yo. Bueno, pues a Olivia la gustan los matemáticos. Un cigarro. Otro. No, espera, a Olivia no le gustan los matemáticos. A Olivia le gusta él. David, Olivia te quiere, mucho. Y ahora ríete de nuevo. Pero esta vez, hazlo mientras me besas. Otro cigarro.