Los diarios normalmente son secretos, pero el mio no es un diario normal. Es todo vuestro.

viernes, 13 de febrero de 2015

Tengo tu recuerdo, que vale más que tú.

¡Buenos días! Hacía tanto que no lo decía, y tenía tantas ganas.

He tardando, ¿cuánto? ¿un año más o menos? Entiéndeme, fue tan duro como bonito. Pero ya sí que sí, lo he conseguido. Por fin me he dado cuenta de lo grande que soy sin ti.

Realmente no necesitamos a nadie para ser realmente felices, con nosotros mismos basta. Aunque yo haya necesitado de mucha gente, de todos los pequeños, que son más grandes que la luna; de mi mamá, que es luna. Pero se puede, se puede ser muy feliz solo. 

¿Duele? Mucho. ¿Se pasa? Sí. Y ahora solo quedan algunos recuerdos, ni si quiera todos... siempre fui un poco olvidadiza, ya sabes. Creo que por eso pedía con tantas fuerzas un pez naranja, ¿sabes que tienen una memoria de unos 50 segundos? 

El verano fue gigante, y las navidades más aún. Y ahora nos queda otro año para seguir cayéndonos (y levantándonos) Y me siento fuerte, y segura, y feliz, y con más ganas que nunca de volver a pegarme la hostia. De no rendirme y mostrar a todos de lo que soy capaz. 

Espero que todos y todas los que os hayáis enamorado y desenamorado alguna vez recordéis que quien no ha muerto de amor y resucitado para contarlo, no ha vivido. Y que vuestra historia es algo que siempre debe permanecer en vuestro recuerdo, porque es parte de vosotros; pero no debe controlar vuestras vidas. Sois libres, seguid bailando, seguid cantando, saliendo, bebiendo y amando con todas vuestras fuerzas.