Los diarios normalmente son secretos, pero el mio no es un diario normal. Es todo vuestro.

miércoles, 6 de junio de 2012

Bienvenido verano



Vivo en una ciudad conectada entre caminos que unen a personas. Donde la gente de diferentes lugares traman historias que acaban transformándose en planes, planes que terminan siendo verdades. 

Y mi verdad es que ha llegado el verano, que al fin nos hemos despedido de las miles de palabras que nos han acompañado durante todo el curso. Pero que no solo nos hemos despedido de esas palabras, si no que también nos hemos despedido de toda la gente que nos ha acompañado durante gran parte de nuestra vida. Quizás sienta algo de pena, al saber que nuestros caminos se separan y que esos puentes que antes nos unían ahora serán más largos que nunca. Pero también siento alegría, al pensar que hemos logrado nuestros objetivos y que por muy lejos que estemos seguiremos siendo ciudadanos de este lugar. 

Así puedo hablaros un poco de mi verano, de bares, de cañas y risas. De pinchos de pulpo que alegran la vista y vestidos cortos que alegran algo más que la vida. De flashes, romanas y piernas morenas. También podría contaros algo sobre el mar, la playa, la arena y el sol. Los partidos de fútbol con trompetas y pintura y nuestro mítico "anillo del poder" (algún día os contaré la historia de ese anillo).
Al igual que puedo hablaros de las noches laaaargas y las mañanas que nos saludan demasiado temprano y nos pillan in fragantis en ese beso de despedida o en esa caricia de "buenos días"
El olor a tostadas invade la casa, junto con el olor a mojito, a barbacoas, a verano. Se siente que estamos tramando algo, que estamos tramando mejorar este lugar, mejorar este verano. 

Así os hablo de parques y de puentes que unen a la gente corriente, y los transforman en algo más que una realidad para convertirlos en eternidad. Porque siempre hemos sido eternos, y siempre los seremos. 

Por eso os digo, y os animo a disfrutar, a vivir cada segundo como si no hubiera mañana y a bailar hasta que no podáis más. Os animo a sonreír, a dar envidia y a contagiar vuestra sonrisa a los demás. Porque nada enamora más que una sonrisa, y nunca sabes a quién puedes cruzarte por la calle.